El Mac Pro es de
siempre el ordenador más profesional de Apple, de eso no hay duda. Hoy
ha sido uno de los equipos renovados, junto con el Mac Mini y los iMac,
pero… ¿qué nos ofrece este nuevo Mac Pro?.
Antes de nada hay que diferenciar entre dos submodelos. Por un lado
tenemos el modelo barato, 2.200 euros, y por otra el más caro 2.900
euros. Y mucho ojo, porque las diferencias entre ambos modelos son
bastante amplias:
Intel Xeon Logo Empezaremos por el microprocesador. Los nuevos Mac Pro
utilizan Intel Xeon ‘Nehalem’, la última generación existente en el
mercado. Aquí empiezan las grandes diferencias: el modelo barato
utiliza un Xeon a 2.26 GHz., mientras que el modelo caro utiliza dos
CPUs Xeon ‘Nehalem’ a 2.26 Ghz. que pueden configurarse con Xeon a 2.66
o 2.93 GHz.
Un punto a tener en cuenta es que si adquirimos la gama baja del nuevo
Mac Pro, la que monta una CPU, luego no podremos actualizar nuestro
equipo con otro procesador a mayores. El modelo bajo sólo tiene un
socket para un micro, mientras que el modelo alto trae dos sockets para
dos micros para que funcionen de forma simultánea.
En cuanto a la
memoria RAM, el Mac Pro nunca se ha quedado corto. En el caso de esta
nueva revisión se hace uso de memoria DDR3 con detección de errores,
ECC, a 1.066 MHz. También hay diferencias entre ambos modelos,
permitiendo hasta 32 GB en base a 8 slots para el modelo caro, mientras
que el barato se queda bastante más corto, sólo hasta 8 GB en 4 slots.
La memoria es la misma para ambos modelos.
Uno de los puntos más flacos de los renovados Mac Pro es la tarjeta
gráfica. Los dos modelos de ordenador traen de fábrica una NVidia
GT120, muy por debajo de las posibilidades que ofrece la misma NVidia
en la familia GT200. Sin embargo, la noticia positiva es que el Mac Pro
incorpora cuatro slots PCI-Express, con los que se pueden añadir hasta
4 gráficas de forma simultánea. También permiten montar una ATi 4870,
aunque sólo una y no más.
Tanto la GT 120 como la 4870 traen 512 MB de memoria, de tipo GDDR3 y
GDDR5 respectivamente, y con salidas DVI y, curiosamente, Mini
DisplayPort, algo que no se había visto en gráficas de sobremesa con
anteiroridad.
En discos duros se mantiene como lo que es, un equipo profesional o
workstation: 4 huecos para discos de 3.5 pulgadas, interfaz SATA2, con
una tarjeta RAID opcional. Conectividad USB y Firewire 800, nada de
eSATA.
En cuanto al diseño, el Mac Pro no parece haberse renovado. Mantiene la
carcasa en aluminio y las mismas dimensiones, 51.1×20.6×47.5
centímetros.
No cabe duda de que los Mac Pro son ordenadores para trabajar. Su
precio es excesivamente alto para un usuario doméstico, aunque si nos
fijamos en las características no debería parecernos demasiado caro. A
partir de 2.199 euros podremos ya tener el modelo base, aunque a mi
parecer el otro modelo tiene una mejor relación calidad/precio: dicho
modelo son 2.899 euros, pero tendremos dos CPUs, más memoria y unas
vistas de futuro mucho más amplias.
Lo más negativo de todo es el apartado gráfico. Al menos desde fábrica
Apple no permite montar una gráfica acorde con las características del
equipo y además el catálogo que Apple ofrece a los compradores del Mac
Pro es muy pobre: sólo configuraciones de GT 120 de NVidia o una
solitaria 4870 de ATi. No habrá tarjetas gráficas en el mercado, no,
que tienen que poner sólo esas dos. A mi este aspecto me ha
decepcionado bastante.